domingo, junio 21, 2015

Propuesta: Comedores Comunitarios


Todo el mundo parece estar de acuerdo en la necesidad de mantener abiertos en verano los comedores de los colegios.
Pero ya hay quien advierte de la estigmatización de los niños que allí acudan.
Y es que el ejercicio de la caridad tiene sus inconvenientes. Uno de ellos, que las personas que la reciben se ven expuestas, menospreciadas, y humilladas.

Los comedores sociales son un parche: deben ser soluciones temporales en tanto se ponen en marcha mecanismos reparadores de esa lacra intolerable que es la pobreza.

La caridad no es la solución. La solución es construir una sociedad de iguales, donde todos podamos ganarnos la vida dignamente, y nadie tenga que verse obligado a mendigar una subsistencia que moralmente le corresponde por derecho.

En esa línea va esta propuesta: poner en marcha “comedores comunitarios”. De la comunidad de la que todos formamos parte.

Estos comedores comunitarios darían servicio a quienes no pueden comer decentemente por no tener dinero (no se les cobraría por la comida), pero también daría servicio al resto de la comunidad. Por ejemplo, a aquellas personas que no tienen tiempo para cocinar, que podrían acudir al comedor comunitario, pagando, a precio ajustado, su comida. O, sencillamente, a familias que acudirían para comer, sin más, en comunidad con sus vecinos.

Esto es, aportarían espacios de convivencia para intentar recuperar esas relaciones entre vecinos que el actual modo de vida nos ha arrebatado.
Además, las personas pobres no se verían segregadas. Acudirían a comer allí como cualquier hijo de vecino. Estarían integrados en la comunidad. Los niños del barrio jugarían juntos. Los adultos hablarían unos con otros. Se conocerían. Se abrirían puertas a comprender las situaciones ajenas. Se facilitaría eso tan difícil y raro hoy en día, pero tan esencial, de ponerse en la piel de los demás. Con tiempo, claro.

Los comedores comunitarios tienen otras ventajas:
- Todos los trabajadores del comedor vecinal (cocina, limpieza, mantenimiento) tendrían que proceder del propio barrio, con lo que se reduciría el paro local. Creando empleo digno.
- Los productos que se adquirirían tendrían que ser de calidad, ecológicos y, prioritariamente, de procedencia local. Adquiridos con criterios de respeto a las personas y al medio ambiente. Consumo responsable.
- La adquisición de productos de procedencia local también contribuiría a crear puestos de trabajo locales en el sector de la producción de alimentos (agricultura, ganadería).
- Habría un ahorro de tiempo para las familias (comprar, cocinar, limpiar) que se transformaría en más tiempo: de ocio, para vivir en familia, para dedicar a los hijos (hoy en día muchos de ellos “abandonados” frente al televisor o la videoconsola)... para participar directamente en los asuntos públicos (esencial en una democracia)...
- También habría ahorro energético, por economía de escala: electricidad o gas de las placas de cocina, de agua para fregar los platos, de combustible para hacer la compra cuando se va en coche. Cocinando para muchos, se optimizan recursos.
- Consecuentemente, al ahorrar energía también se produciría un ahorro económico extra para las familias.

Naturalmente, los comedores comunitarios también tendrían desventajas:
- Implicaría un coste inicial para las arcas municipales. Aunque, con el tiempo, si se popularizara su uso, podría autofinanciarse, ya que la mayoría de las personas que acudieran allí a comer aportarían económicamente las cantidades necesarias para cubrir ese coste.
- El sector hostelero perdería una parte de sus ingresos, aunque, conociendo como somos por estos lares, esta pérdida se vería atenuada porque la gente, al tener más tiempo libre y un extra de dinero ahorrado, acabaría pasando más tiempo, y haciendo más gasto, en las barras y veladores de los bares.

En cualquier caso, hay que hacer balance. Esta propuesta tiene un objetivo transformador de la sociedad: se trata de avanzar hacia una sociedad de iguales, justa, solidaria, sostenible, democrática... donde TODOS tengamos unas vidas dignas de ser vividas.

La alternativa es lo que tenemos ahora.


“Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo.”
Albert Einstein.

1 comentario:

Ocol dijo...

“Que una humilde súbdita puede ser una gran señora. Que el trabajo bien hecho libera al hombre y más aún a la mujer, y que la limosna ensoberbece al que la da y humilla al que la recibe.”

Leonor, reina de Castilla a Raquel, la judía de Toledo, en “Esperando al Rey”, de José Manuel Pérez, “Peridis”