lunes, agosto 14, 2017

Así es como se lucha (I)

Ponferrada, martes 15 de agosto de 2017: un grupo de combativos ”usuarios de la Sanidad Pública” lleva 23 días de encierro “contra la privatización de la Sanidad”, en el Hospital del Bierzo, centro de referencia de su comarca.


Supongo que no habréis sabido nada de ello, porque la noticia ha sido censurada en la práctica totalidad de medios de comunicación, más allá de unas míseras menciones en medios locales. Y hay buenas razones para ello.
Este encierro es un ejemplo de cómo debería ser la lucha por nuestros derechos, a día de hoy, en la España del 2017:

Una lucha a base de ejercer presión en “la calle”, nuestro terreno, el lugar donde hay que luchar, el lugar donde el pueblo puede tener fuerza.
No en las instituciones, los parlamentos o los gobiernos, que no son nuestros, ni nos representan, ni los controlamos, ni nos sirven. Ese es el terreno del Poder económico, sus siervos, sus secuaces.
En los parlamentos tenemos todas las de perder. En la calle, tal vez, podríamos ganar.

Una lucha de ciudadanos, sin partidos políticos, sin sindicatos de “representantes”, organizaciones todas ellas al servicio del Poder económico. Son sus herramientas, no las nuestras. Y su finalidad es precisamente llevarnos a su terreno, las urnas -al paso que nos dividen-, y sacarnos del nuestro, la calle.


Una lucha haciendo daño donde duele, sacando a la luz las vergüenzas del Régimen, aquello que se quiere ocultar. Y no sólo me refiero al maltrato inhumano y criminal a las personas, sino sobre todo a la causa, a esa privatización sibilina de la Sanidad, legalmente refrendada, que tiene lugar desde hace muchos años ya, en todas partes, y que TODOS los partidos políticos apoyan y han apoyado siempre (Ley 15/97, Unidades de Gestión Clínica...).


Y finalmente, una lucha sin plazo, una lucha de duración INDEFINIDA.
No puede haber más plazo de finalización de la lucha que el de la consecución de las reivindicaciones, esto es, en este caso, la garantía y consolidación de nuestros derechos.
Al contrario de las inútiles manifestaciones puntuales o huelgas de un día, acciones todas ellas sin fuerza alguna que no ejercen la menor presión sobre el Poder.
Ponerle plazo a una huelga, o a un encierro, no tiene el menor sentido, porque huelgas y encierros son una acción de desgaste, esto es, que gana el que más aguanta. Se puede decidir de antemano cuándo se inician, pero no cuándo se terminan.
Ponerle plazo a una huelga, o a un encierro, o a una acción cualquiera, equivale a anunciar al enemigo cuándo se nos acaba el fuelle, cuándo nos vamos a dar por derrotados.

Así que ahí tenéis, así es como se lucha.

O casi, porque la lucha, para ser eficaz, necesita todavía algo más.

Pero por hoy me quedaré con lo positivo. Con el ejemplo que nos da esta “Asamblea de Usuarios de la Sanidad Pública de El Bierzo y Laciana”.

Si quisiéramos cambiar las cosas, lo que están haciendo en el Hospital de El Bierzo, tendríamos que hacerlo en todas partes.

Bravo por ellos.

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