sábado, octubre 31, 2020

Protestar no es suficiente

Sabes que algo está mal. Que los políticos no sirven a la gente. Ninguno. Que las desigualdades, la pobreza, la precariedad, el desempleo, la explotación laboral, siguen ahí gobierne quien gobierne. Que mucho blablabla con el COVID pero el Sistema Sanitario sigue sin cubrir las necesidades de las personas. Tampoco la asistencia a las personas dependientes. El Sistema Educativo, cada vez peor. Y así con todo.

Y protestas, sí. En voz alta, con tu pancarta, tu altavoz, tus redes sociales.

Pues bien, eso no basta.

Es más, si solo haces eso, no haces nada.

 

Llevamos muchas protestas acumuladas ya. Algunas muy masivas. Donde verdaderamente se ha sentido el descontento de una gran parte de la gente.

Pero nada cambia. Nada mejora.

Protestar no soluciona nada. El lloriqueo de un niño, es lo que es tu protesta. Pero aquí no hay unos padres que acudan al rescate. Nadie va a acudir a arreglar las cosas.

Lo que hay que hacer, lo tenemos que hacer nosotros.

 

Y no, de nada sirve tampoco que a otras personas les llegue tu protesta. ¿Es que van a hacer algo por cambiar las cosas?

La mayoría no hará nada. Ya protesta alguien, con eso se dan por satisfechos. Las ovejas se conforman con poco.

Y los pocos que tal vez hagan algo… será sumarse a tu protesta. Formar un coro de plañideras. En lugar de una niña que llora, cien. Mil. Cien mil. Millones. ¿Qué importa cuántos sean?

Son niños llorando. Eso no soluciona nada.

Necesitamos adultos. Adultos cambiando las cosas. Adultos construyendo otra realidad.

 

Pero malamente vamos a construir nada si no maduramos, para empezar.

En segundo lugar, tenemos que saber qué es lo que está pasando. Por qué las cosas van mal. Por qué el Sistema no funciona.

Y una vez sepamos qué falla… tenemos que saber cómo arreglarlo.


El por qué y el cómo. Sin esas dos respuestas, no vamos a ninguna parte.


Y esas dos respuestas es lo que hay que transmitir a la gente. No que las cosas están mal, eso ya lo ven solitos, si no están ciegos. Pero no saben qué hay que hacer.


No basta protestar. Hay que transmitir, a todos los que podamos, el conocimiento que necesitan para cambiar las cosas. El por qué y el cómo.

Que no, no lo saben.

Tienen la cabeza llena de la mierda que les mete el Sistema. No saben nada. Ni lo van a averiguar, la inmensa mayoría de ellos, si no se lo decimos nosotros.

Hay que trasmitirles lo que desconocen. El por qué, y el cómo.


Y si hay adultos en alguna parte, en lugar de niños, esos adultos se sumarán.

Y si llegamos a ser suficientes, cambiaremos las cosas.

lunes, abril 22, 2019

El mayor éxito de los políticos

Parece increíble que hayamos podido llegar a pensar que, por echar un papel en una caja cada cuatro años, podemos tener alguna influencia en el gobierno de una nación. O de lo que sea.

Un papel en una caja. Cada cuatro años.

¡Qué gran trabajo han hecho, y siguen haciendo, con el lavado de cerebro!

¿Y cómo nos han hecho creer que algunos de ellos son de izquierdas? Eso no era fácil tampoco. Y lo lograron.

Sólo les faltó, para rematar la faena, hacernos creer que, además, ese gobierno de los papelicos y las cajas, es una democracia.

¿Cómo? ¿Que también nos hemos tragado eso?

Pues nada, un éxito total.

Para que luego digan que los políticos no saben hacer nada.



Lo llaman democracia, y nunca lo ha sido.

domingo, abril 21, 2019

Las elecciones, el opio del pueblo

En el siglo XIX era la religión. O eso decía Marx.
Hoy, en el siglo XXI, el opio del pueblo son las urnas.

Lo llaman democracia, y nunca lo ha sido.

sábado, febrero 16, 2019

No avanzamos

No, no avanzamos, no abrimos camino hacia ese mundo más justo que queremos, porque las plazas están vacías, y las urnas, llenas.

Lo llaman democracia, y nunca lo ha sido.

miércoles, diciembre 19, 2018

¡Cuidado! ¡Que viene el loVOX!

Érase una vez un pueblo que tenía mucho miedo, y con razón, del lobo. En una ocasión, al escuchar al pastor gritar ¡que viene el lobo!, todo el pueblo acudió corriendo a proteger el rebaño. Pero era una broma. El pastor repitió la broma varias veces, hasta que, un día, los vecinos no acudieron. Ese día el aviso era cierto, el lobo estaba allí de verdad, y mató a las ovejas.

Los vecinos fallaron, claro. Por dar crédito a un embaucador, por su ignorancia, actuaron cuando y donde no era necesario, y no actuaron cuando y donde era necesario actuar.
Y sufrieron las consecuencias.

Sabiduría presente en los cuentos infantiles... que muy pocos aprendieron, al parecer.



Se ha generado estos últimos tiempos mucho miedo ante la irrupción de VOX. Por todas partes hay voceros gritando ¡que viene el lobo!, casi todos, llamando al voto a UP. Y muchos les creen. Recuerdan lo que pasó con los nazis, y tienen miedo. Y repiten su mensaje.
Y naturalmente, se equivocan.
Porque es mentira.
El lobo no viene ahora, en este momento.
No puede venir, porque ya estaba aquí. Siempre ha estado aquí. Nunca se fue.

El lobo gobernaba España antes del 78. Ese año, lo maquillaron, lo hicieron pasar por perro fiel, y siguió gobernando. Hasta hoy.
Como pasó antes y después en tantos otros países.

Ya lo he dicho muchas veces. Ya lo he demostrado muchas veces.

Lo llaman democracia, y nunca lo ha sido.

Los parlamentos son una herramienta de la oligarquía económica -el lobo-, que sirve para anular al pueblo, manteniendo sometidos y dóciles a los pueblos a los que gobiernan y esquilman. Siempre fueron eso. Hasta hace 200 años, todo el mundo lo sabía.
Y los partidos políticos que ocupan esos parlamentos son -y siempre han sido- organizaciones cuya finalidad es canalizar la reacción popular hacia acciones inocuas para el poder -como votar-.
Los partidos, las elecciones, los “representantes”, impiden que el pueblo se rebele, se organice y actúe eficazmente para protegerse del lobo. 

¡Que viene el lobo, vótame, yo te salvaré!

Pues no, no nos van a salvar.
Todos los partidos políticos sirven al poder económico. Todos los que salen en los grandes medios de comunicación, al menos. Medios que sirven -son propiedad- de la oligarquía económica -el lobo-. Medios que seleccionan y dan protagonismo a un reducido grupo de partidos, que son los que pueden acceder a los gobiernos.

Al que no sale en la tele, no le votan.

No nos representan. Representan a los ricos, no a nosotros. Todos los partidos representan a los ricos. Ninguno nos representa a nosotros, el Pueblo.

Y sí, hoy, el lobo tiene unos servidores nuevos. El lobo muestra una marioneta nueva en su pata derecha. Y eso es malo.
Es consecuencia del deterioro social y económico que producen años y años de gobierno de la oligarquía económica. Cuando las cosas están ya muy mal, y van a ir a peor, aparece la extrema derecha.

Pero la solución no está en sus urnas, sus parlamentos, sus instituciones. La solución no está en votar a la marioneta que tiene el lobo en su pata izquierda.

VOX es el lobo, claro que sí. Y el PP lo es. Y C's. Y el PSOE.
Pero la otra marioneta de su mano izquierda... ¡también es el lobo! UP, sí, UP, también es el lobo*.

¿Cómo vamos a protegernos del lobo siguiendo el camino que nos marca el propio lobo?

Tenemos motivos para preocuparnos. Hoy más que hace 30 años, más que hace 20, más que hace 10... porque las cosas están peor. Y van a seguir empeorando.
Pero de nada sirve actuar sin conocimiento. De nada sirve hacer más fuerte al lobo alimentándolo con lo que quiere el lobo -votos-.

Y sí, por supuesto, de nada sirve no hacer nada. Es obvio.

¿Tenéis miedo del lobo? Pues organizaos y protegeros de él. Organizaos y combatidlo. Organizaos y construir, para vosotros, para vuestros hijos, un mundo mejor, un mundo justo, un mundo seguro.

Pero para no fallar, como los vecinos del cuento, tenéis que saber. Enteraos de quién es el lobo realmente. Enteraos de cómo se combate a este lobo. Enteraos de cómo se vence a ese lobo.
Es fácil. También lo he dicho ya millones de veces.
El camino a seguir se llama democracia. Pero la de verdad. La que nunca hemos tenido.

Sabiendo eso, es más fácil no fallar. Es más fácil no dejarse engañar. Y no desviar la atención del verdadero enemigo.

Dad un paso atrás. Abrid bien los ojos. Dejad de mirar las marionetas. Mirad al lobo que las maneja.

¿Lo veis? ¿No?

Pues mirad mejor. Informaos. Leed. Contrastad la información.

El lobo no viene. Siempre ha estado aquí. Nunca se fue. 

Lo llaman democracia, y nunca lo ha sido.


* Cuando VOX no era nadie, allá por 2014, el lobo comenzó a darle difusión en sus medios. Pero ese año el lobo tenía a otro partido más que promover. Aquí, ambos partidos siendo lanzados en una entrevista con una de sus propagandistas estrella.

Marioneta pata derecha, marioneta pata izquierda.